La primera parte de la terapia infantil es una entrevista inicial con los padres del niño donde se recoge información relevante sobre el problema y se plantean las primeras hipótesis. En esta sesión también se le puede pedir a los padres que rellenen un autoinforme para recoger información sobre el comportamiento del niño o/y sobre su estilo educativo. En casos de divorcio o separación se necesitará el permiso de ambos progenitores.
En esta segunda fase se evalúa al niño mediante una entrevista con él y una serie de pruebas que dependerán del motivo de consulta. En casos de elaboración de informes psicológicos la evaluación del niño puede durar varias sesiones.
Tras corregir y valorar las pruebas se informa a los cuidadores del niño. Será en este punto cuando se planificará el resto de la terapia infantil. También se dan unas pautas de actuación para saber cómo hacer frente a la situación y se plantean los objetivos del tratamiento en caso de que el niño pueda necesitarlo.
Se inicia el tratamiento psicológico del niño. Las sesiones tienen una duración aproximada de 1 hora, en ellas se trabaja conjuntamente con el niño y los padres, normalmente la dinámica son 45 minutos con el niño y el resto con los padres pero dependiendo del problema a tratar los tiempos de duración con los adultos o el niño pueden variar, por ejemplo a veces se necesitará más tiempo con el niño y otras con los padres. No hay un número concreto de sesiones pues dependerá de él, pero desde mi enfoque la media suelen ser entre 8 y 12 sesiones.
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