Ya han pasado varias semanas desde que se hizo oficial el estado de alarma y todavía estamos a mitad del camino. El gobierno ha prorrogado 15 días y seguramente esta situación se vuelva a repetir otra vez hasta mayo, pensad que vamos justo por detrás de Italia y ellos no preveen la “normalidad” al menos hasta el 4 de mayo, nosotros puede que tardemos más. Ante esta expectativa los ánimos están en general están más bajos de los normal… ¿Es una buena estrategia ir estableciendo plazos que nunca llegan a cumplirse? ¿Cómo puede afectar esto a la población?
La estrategia del palo y la zanahoria
Esta estrategia puede ser útil la primera vez, ponerle un límite a la cuarentena hará que estemos más animados y veamos un fin próximo, sin embargo, cuando se alarga en el tiempo el efecto ocurre justo lo contrario, la gente no es tonta y ve que el palo cada vez “es más largo” y que el premio final nunca llega. ¿Por qué empecinarse en dar esperanzas de corta duración si sabemos que esto a largo plazo no funciona? Es lo que están haciendo muchos de los países actualmente. Es más, el ir haciendo prórrogas solo da pie a que la gente se canse y sea más proclive a saltarse el confinamiento o no ser tan estrictos con él, así que solo conseguimos todo lo contrario, aumentar el número de contagios.
Quizá la mejor estrategia es explicar desde el principio que esta situación va a ser indefinida y que si queremos que termine antes tenemos que mantenernos firmes y cumplir el confinamiento y que incluso cuando este finalice volver a la normalidad va a llevar un buen tiempo. Dicho así es duro de digerir, la angustia durará unos días pero poco a poco se irá pasando porque la persona se va haciendo a la idea de que estamos ante una situación muy grave a nivel mundial y que quedarse en casa es la opción más inteligente y una de las pocas cosas que SI podemos controlar, nuestra única forma de contribuir a esta fase tan dura. Asi que por favor, dejad de edulcorar las cosas porque a la larga es peor, no se trata de alarmar se trata de ser realistas.
Afrontar la prórroga reduciendo la ansiedad
El único problema de no ponerle un límite fijo al confinamiento es que la gente sea más laxa en el cumplimiento de las normas y además que el ánimo empiece a decaer con el tiempo. Pero somos mayorcitos y podremos sobrellevarlo si ponemos empeño en ello. Dicho esto… ¿Qué podemos hacer para seguir manteniéndonos fuertes otra temporada más?
- Mantener el contacto: Las personas sociales suelen ser las primeras en notar los efectos psicológicos de la cuarentena, otras que tal vez sean más resistentes en ese sentido pueden llegar a notar los efectos más tarde según se vaya alargando la situación, al fin y al cabo somos seres sociales y necesitamos un mínimo de contacto con los demás. Por eso, para disminuir los efectos de la ansiedad, incertidumbre y aislamiento es vital relacionarnos con los demás. No necesariamente tiene que ser a través de redes sociales, ¿qué hay de las llamadas de toda la vida? Las redes sociales son un apoyo pero tampoco debemos estar todo el día pegado a ellas y mucho menos contribuir y pasar mensajes que pueden ser bulos y angustiar más.
- Rodearte de información veraz: para mi este es el punto más complicado… y empezaría por apagar la televisión. No te sobrecargues de información y huye de la gente que se contradice, (hablo por ejemplo de la gente que al principio de la pandemia le quitaba importancia y comparaba el virus con una simple gripe), que no tiene estudios en el tema o que no se saben ni quitar una mascarilla. La mejor manera de obtener información veraz es ir a fuentes oficiales como la OMS o los colegios profesionales sanitarios. Por otro lado, si quieres ampliar más puedes leer los estudios científicos que hacen los virólogos de las universidades correspondientes o médicos expertos en la materia, lo único malo es que la mayoría están en inglés.
- Contribuye siendo útil a los demás. Una forma de sentirte mejor es siendo útil haciendo cosas por los demás. En vez de quejarte se tú el primero en aportar ideas, ofrécete a hacer cosas por el resto, ten iniciativa. Te sentirás mejor y estarás contribuyendo a mejorar el ambiente de la casa, al menos que no sea porque no lo hayas intentado. Busca ideas para hacer en familia, ofrécete para cosas que nadie quiere hacer, haz favores… Y sobre todo ve la cuarentena como una forma de proteger a tus seres queridos.
- No evites tus emociones. Por ejemplo, no recurras a la comida, alcohol u otras drogas para evadirte del malestar o aburrimiento. Acepta esas emociones y escribe cómo te sientes y los pensamientos y preocupaciones que hay detrás, después cuestiona esos pensamientos y se realista. No dramatices ni le quites importancia a lo que ocurre simplemente intenta ser objetivo y ceñirte a los datos.
- No te presiones demasiado. Tener más tiempo libre no significa que tengas que estar aprovechando cada momento al máximo, no debes meterte tensión extra cuando la situación que vivimos ya es estresante de por sí. Se trata de mantenernos activos pero sin agobiarnos, busca cosas que te gusten y no solo obligaciones pues tiene que haber un equilibrio entre ambos. Por ejemplo, no hace falta que aproveches esta nueva quincena para hacer mil cursos de idiomas o exigirte leer los 20 libros anuales que te propones cada año de un tirón. Deja de sumarte estrés extra y no te pongas objetivos tan altos. De la misma manera no todo va a ser ocio indefinido, guárdate unas horas del día para el desarrollo personal/laboral.
- Realiza estrategias para reducir la ansiedad. Hazte una rutina diaria aproximada de lo que harás durante el día (sin dejar horas muertas) y cíñete a ella. Dentro de esa rutina es obligatorio que incluyas algo de ejercicio diario, aunque sea muy flojito, como una forma de liberar tensión. Otra forma es realizando ejercicios de relajación. En consulta practicamos la relajación progresiva de Jacobson que viene muy bien porque con la práctica diaria se reducen los niveles de activación del cuerpo, de manera que la relajación se va “acumulando” en el cuerpo y cuando te vengan preocupaciones o pensamientos que te hagan sentir mal no te van a “molestar” tanto porque tu cuerpo ya no estará tan activado de base como antes. Otras técnicas que pueden ayudar es el mindfullness o mucho más sencillo la respiración diafragmática.
Por último, si ves que esta prórroga te sobrepasa no dudes en pedir ayuda a un psicólogo para hacer alguna sesión online. Puede ayudarte a reestructurar tus ideas, establecer una rutina eficaz y a ver las cosas desde otra perspectiva, aparte de liberar la carga emocional que estás arrastrando.
¡Mucho ánimo y fuerza! ¡Juntos y con fuerza superaremos esta situación!